¿Sabes qué es el Síndrome Visual Informático?

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Como te comentábamos en el artículo anterior, nos quedaba pendiente hablar sobre el Síndrome Visual Informático (SVI). 

En este artículo te explicamos qué es y damos algunos consejos para que, las personas que lo padecen, puedan llevarlo de la mejor manera posible y conseguir mejorar, y quiénes aún no lo tengan, puedan prevenirlo o retrasalo incorporando a sus hábitos y rutinas diarias todas estas recomendaciones.

Hasta hace un tiempo los efectos asociados a las pantallas eran ignorados, ya que la revolución tecnológica se centraba en mostrar lo útiles que eran cada uno de ellos. Después de largas investigaciones se ha determinado que las largas horas de uso tienen efectos perjudiciales a medio y largo plazo.

El Síndrome Visual Informático es uno de estos efectos negativos: 7 de cada 10 personas lo padecen.

El SVI se produce por los movimientos repetitivos que hace el ojo. Los ojos siguen el mismo camino una y otra vez. Enfocan y reenfocan continuamente: van adelante y atrás mientras lees, van de un lado al otro entre el teclado o papeles que se tengan a lo lados para escribir.

Tus ojos reaccionan a las imágenes y cambian constantemente, cambian de enfoque y envían señales continuamente al cerebro. Todos estos trabajos requieren mucho esfuerzo de los músculos de los ojos. Además las pantallas agregan contrastes, resplandor y parpadeos, lo que añade más ese sobresfuerzo.

Está comprobado que se parpadea mucho menos de lo habitual cuando se utiliza una pantalla, lo que provoca que los ojos se sequen y la visión se vuelva más borrosa mientras se sigue utilizando.

Se prevé que en un futuro, no muy lejano, el SVI se convierta en una de las enfermedades más comunes  entre la población mundial, ya que parece imposible que se reduzca el uso de aparatos electrónicos.

Consejos para paliar los efectos 

Hoy en día es casi imposible apartar la mirada de alguno de estos dispositivos debido al estilo de vida que se lleva, pero podemos seguir una serie de consejos para reducir su impacto negativo en la salud visual y evitar que se convierta en algo crónico.

  • Evitar reflejos en la pantalla y utilizar la iluminación adecuada. 

Reducir el brillo de la pantalla para conseguir colores mates y tenues. Son menos agresivos.

  • Apartar la mirada del dispositivo. 

Hacer pausas. Cada 20 minutos separar la vista y mirar lejos durante unos 20 segundos o cerrar los ojos y relajarlos durante ese tiempo.

  • Parpadear más. 

Cuando estamos delante de pantallas está comprobado que parpadeamos menos. Parpadear de forma consciente, se necesita lubricar los ojos para no tener cansancio visual.

  • Adoptar una postura correcta.

Sentarse adecuadamente, con los pies apoyados en el suelo y la espalda erguida.

La pantalla del ordenador debe estar unos centímetros por debajo de los ojos y a una distancia aproximada del brazo extendido.

  • Limpiar con regularidad la pantalla.

Los dispositivos electrónicos acumulan polvo y otros agentes ambientales que pueden provocar irritación en los ojos.

  • Utilizar lágrimas artificiales si es necesario por la irritación o el ojo seco.

Otro factor que se debe tener en cuenta por el uso de las pantallas en la salud visual es el efecto de la luz azul. Esta luz penetra muy fácilmente a través de nuestros párpados y activa nuestro cerebro, por lo que no se recomienda la utilización de pantallas antes de acostarse, ya que ésta no ayuda a relajarnos y nos puede dificultar conciliar el sueño.

En definitiva, si pasas muchas horas frente a un dispositivo electrónico y notas algunos de estos síntomas, es aconsejable que acudas a tu farmacia de confianza para tratarlo de la mejor manera posible con los productos más adecuados.

Tytheoptic, comprometidos con tu salud ocular.

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