Rutinas y hábitos saludables para cuidar de tu salud todo el día

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Las obligaciones diarias y el ritmo de vida, a veces, hace que descuidemos lo más importante para poder seguir adelante: nuestra salud.

Por eso el cuerpo muchas veces nos envía avisos que tenemos que aprender a interpretar para cuidarnos. Por suerte, muchas enfermedades o dolencias se pueden evitar con rutinas diarias o hábitos alimentarios y de vida saludables. Solo tenemos que estar pendientes de las señales que nos da nuestro organismo.

Pensar en hacer un alto en el camino para organizarse e ir adquiriendo estos hábitos poco a poco, de una manera gradual, ayudará a que este cambio sea más llevadero. Es aconsejable no hacer un cambio radical con todo a la vez, y empezar poco a poco para evitar agobiarnos o frustrarnos y conseguir ser eficaces con nuestros objetivos. 

Puede que algunos de los hábitos que vamos a enumerar ya estén dentro de tus costumbres diarias, si es así, ¡mejor que mejor! Te será más rápido implementar el resto.

Hábitos clave para tu bienestar 

Comienza por elegir uno de estos hábitos saludables, el que creas que será más fácil. Cuando pasen unos días y ya lo tengas interiorizado, continúa con otro y así sucesivamente con los demás. 

Vamos a hacer el recorrido de un día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos para acompañarte en este viaje que te ayudará a recuperar tu bienestar. Verás cómo incorporar estas nuevas rutinas para una vida sana puede ser más fácil de lo que parece. 

  • Dormir bien 

Por la noche se recomienda dormir entre 7-8 horas. Además, es importante que las horas que duermas sean efectivas, de sueño de calidad para llenarte de energía. El cuerpo necesita reponerse de la actividad diaria y recargarse de nuevo para que la mente y el cuerpo funcionen correctamente. Gracias al sueño ayudas a que tus órganos descansen y se regeneren los tejidos. 

  • Comenzar el día sin prisas

Es bueno acostarse más temprano y levantarse un poco antes para evitar las prisas matutinas que pueden hacer que empieces el día con el pie izquierdo. Puede costar un poco al principio, pero ir adelantando la hora poco a poco no supondrá mucho esfuerzo. 

Comenzar el día con tranquilidad, con tiempo para disfrutar de un desayuno sano y saludable, meditar o leer, e incluso hacer un poco de ejercicio, es altamente beneficioso para tu salud. Salir a trabajar sin prisa, sin estrés y ya despejado ayudarán a que tu día sea mucho mejor. 

  • Hacer ejercicio

El ejercicio es algo básico para llevar una vida saludable. Si se puede, lo mejor es integrarlo a primera hora de la mañana haciendo algo de cardio o al menos estiramientos. Si no fuera posible, intenta encontrar un hueco a la vuelta del trabajo, por la tarde o antes de cenar para salir a correr un rato, montar en bici, hacer pilates, yoga… o la actividad que más te guste, ¡aunque solo sea salir a caminar! 

Por otro lado, ejercitar la mente también es importante para mantener una buena salud mental. Hacer ejercicios de meditación y de respiración ayuda a controlar los niveles de estrés y dormir mejor. También puedes distraer o activar tu mente con juegos de lógica, pasatiempos, los clásicos juegos de mesa o, por supuesto, leer.

  • Ir andando o en bici a trabajar

Podemos decir que ir a trabajar andando o en bici es todo un lujo. Así que si te lo puedes permitir, ¡hazlo! Es muy beneficioso para el cuerpo comenzar el día de una manera activa y saludable como esta. No requiere demasiado esfuerzo, nos llena de energía y despeja la mente. Y además es un hábito muy sostenible. Si puedes incorporarlo en tus hábitos diarios lo notarás enseguida.

Un factor importante para cuidar nuestra salud si estamos muchas horas sentados, es levantarse de vez en cuando, moverse, pasear o estirar. Cambiar la postura y activar las piernas es muy beneficioso para la espalda, el cuello y la circulación. 

Además, estar muchas horas sentado también puede producir problemas de sobrepeso. Por eso, activarnos, llevar una alimentación saludable y realizar ejercicio son clave para cuidar de nuestro bienestar. 

  • Comer sano y variado

Llevar una dieta saludable es una rutina imprescindible para incorporar en nuestro día a día. Ya sabes lo que dicen: somos lo que comemos. Desde el desayuno hasta la cena prioriza alimentos sin procesar, vegetales y verduras que aporten la dosis de vitaminas y nutrientes que tu cuerpo necesita. 

Si tienes digestiones lentas, hinchazón, cansancio o falta de concentración, puede que tu dieta no esté ayudando. Por el contrario, si llevas una alimentación equilibrada y con las cantidades adecuadas, notarás sus beneficios en tu salud casi de manera inmediata. 

¿Has oído hablar del Batch Cooking? Es una técnica que consiste en destinar varias horas de un mismo día para preparar las comidas de toda la semana para alimentarte mejor y en menos tiempo. Investígalo.

  • Descansar lo necesario

Durante el día, es necesario hacer descansos cortos, desconectar, relajarnos para despejarnos y recargarnos de energía. Dependiendo del tipo de trabajo que realicemos, el descanso es todavía más necesario para continuar con el trabajo de una forma más eficaz y productiva.

Tanto si es un trabajo físico como más mental, será necesario descansar para poder volver a coger fuerzas, despejar nuestra mente o aclarar ideas.  Además, si trabajas delante de un ordenador, estos descansos cobran especial importancia. 

¿Has oído hablar de la fatiga visual? En este artículo te contamos todo lo que debes saber para evitarla. Pero aún hay más: el Síndrome Visual Informático también es una consecuencia de las pantallas. 

Para cuidar la salud ocular, es vital cambiar de enfoque para mirar de lejos y reducir el esfuerzo, desviar la mirada de la pantalla unos segundos de manera regular y, sobre todo, mantener una correcta hidratación y lubricación con la ayuda de lágrima artificial. Haz clic aquí para descubrir cómo puedes cuidar de tu vista y combatir la sequedad ocular que producen las pantallas. 

  • Vida social

Mantener una vida social activa es uno de los pilares clave para ser felices y cuidar de nuestra salud mental. El contacto con nuestros amigos y seres queridos nos ayuda a desahogarnos, sentirnos queridos, compartir nuestras penas y glorias y sentir que no estamos solos. 

Ya sea para hacer ejercicio, salir a caminar o a bailar; hacer talleres o cursos; ir a charlas o de cena con los amigos, familiares o compañeros de trabajo; incluso haciendo voluntariados: busca espacios para compartir con tu gente. No te aísles. Tener una red de apoyo enriquece nuestra vida. 

Si tienes un mal día, llama a alguien, queda a dar una vuelta o a cenar. Si tienes una gran noticia, haz lo mismo. Compartir un rato durante la cena al acabar el día. 

  • Organizar tu día

Un último consejo para llevar tu día de una forma más relajada y, por tanto, más beneficiosa para tu salud es organizarlo, hacer una correcta gestión del tiempo. 

Planificar tu día o incluso la semana te ayudará a ser más eficiente y más productivo. Pero no solo eso: sobre todo influirá en tu paz mental. Planificar te puede ayudar a tener menos estrés y poder aprovechar el tiempo para lo que realmente quieres y tienes ganas de hacer. 

Para organizarte adecuadamente, lo mejor es ser realista, no sobrecargar los días y si no se llega a algo no pasa nada, no te frustres. Somos humanos y el día tiene unas horas limitadas. Además, siempre puede haber imprevistos y no pasa nada. Procura no dejar las cosas para última hora y contar con algo de margen para cambios. 

¿Te ves con ganas de incorporar estos hábitos en tu rutina? Si lo haces, además de cuidar de tu salud física y mental, te llenarás de energía y vitalidad. Estarás trabajando por tu bienestar. Adelante, ¡estamos contigo! 

Tytheroy Futura, comprometidos con tu bienestar. 

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