Ojos rojos: sequedad ocular y otras causas

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Tener los ojos rojos es una alteración común y son diversas las causas que pueden provocarlo. Este trastorno puede darse en uno o en los dos ojos a la vez. El enrojecimiento de los ojos se produce porque la esclera (parte blanca del ojo) toma un color rosado o rojizo suave. Esto se debe a la dilatación e hinchazón de los vasos sanguíneos que se encuentran en esta zona del ojo, por debajo de la conjuntiva, que es la parte exterior transparente que recubre el ojo. 

Síntomas del ojo rojo

Padecer los ojos rojos, normalmente, puede ser un trastorno leve si se da durante un corto período de tiempo. Pero también puede llegar a ser más grave y requerir de la ayuda de un especialista para su solución. Especialmente si se produce con más frecuencia o, va acompañado de otras señales, como:
  • Dolor
  • Visión borrosa
  • Irritación
  • Picor
  • Sequedad
  • Fotofobia o sensibilidad a la luz
  • Secreción

Causas y factores que provocan los ojos rojos

No por padecer varios de estos síntomas tiene que ser una afección grave, pueden ser varios los factores y causas que provocan los ojos rojos: desde medioambientales hasta por higiene o malos hábitos en nuestro estilo de vida. El ojo rojo, en la mayoría de los casos, se produce por tener sequedad ocular o por padecer una inflamación leve en la conjuntiva, conjuntivitis. Además, existen otras causas que pueden provocar el enrojecimiento de los ojos:

Síndrome del ojo seco

La sequedad ocular se sufre por una lubricación insuficiente de la superficie ocular.  Puede producirse por diferentes causas: generalmente por estar en ambientes secos y con poca humedad, por estar muchas horas fijando la vista delante de las pantallas o conduciendo (y nos olvidamos de parpadear), por cambios hormonales durante la menopausia… Para combatir los ojos rojos, en este caso, se requiere la utilización de gotas lubricantes o lágrimas artificiales humectantes. Estas proporcionarán una hidratación profunda, además alivio y frescor inmediato que repercutirá en tu bienestar y fortalecerá tu salud ocular. 

Conjuntivitis

Es la infección y la inflamación en la conjuntiva, y provoca la irritación de los ojos. Existen distintos tipos de conjuntivitis, como pueden ser las alérgicas o irritativas, que suelen ser más comunes durante la primavera o en el verano, por el uso del aire acondicionado y de las piscinas. Aquí compartimos unos consejos para combatir la sequedad de los procesos alérgicos.  También existen conjuntivitis bacterianas o víricas. Si son víricas, es mejor no automedicarse ya no precisan de ningún tratamiento específico, es cuestión de tiempo que se pasen. Lo único que hace falta es calmar su efecto con lágrimas artificiales y mantener una correcta higiene para controlar la infección.  Sin embargo, las bacterianas sí necesitan de antibiótico para terminar con la infección. Por tanto, ante la duda, se recomienda visitar al especialista para recibir el diagnóstico y el tratamiento adecuado. En ambos casos, la correcta higiene y la hidratación ocular son fundamentales y ayudaran mucho a una recuperación más rápida.

Lentes de contacto

La utilización de lentillas es otra de las causas de padecer ojos rojos. Cuidar al máximo la higiene durante la utilización de las lentillas, evitará su contaminación al manipularlas y protegerá tu salud ocular.  Evitar bañarte con ellas puestas o irte a dormir, estos son dos factores que pueden provocar especialmente el enrojecimiento de los ojos.

Fatiga visual

La utilización excesiva de los dispositivos electrónicos, es la principal causa de la fatiga visual. La creciente incorporación en nuestros hábitos de vida de ordenadores, móviles o tabletas, tanto en el trabajo como en el ocio, hace que tengamos una sobreexposición constante a las pantallas y la luz LED que estas desprenden.  Esto puede perjudicar a nuestros ojos y hacer que favorezca la aparición del enrojecimiento ocular o incluso de Síndrome Visual Informático. Cada vez más personas padecen está afección, por eso es recomendable cuidarse la vista sobre todo en estos casos. Te contamos cómo hacerlo en este artículo. 

Hemorragia subconjuntival

Se debe a la rotura de un pequeño capilar en la conjuntiva y produce un derrame, una mancha roja, en la superficie blanca del ojo. También es una lesión ocular leve que se origina por un esfuerzo, un estornudo, tos fuerte, empujar, levantar peso…  Es inofensiva, no duele y desaparecerá sola en el transcurso de unos días.

Rayos ultravioleta

Muchas patologías oculares se producen por la exposición a la radiación UV. La realización de actividades al aire libre y estar muy expuestos a la luz natural ultravioleta favorece también la aparición del ojo rojo. Se da, sobre todo, en personas que trabajan expuestas a la luz del Sol, como agricultores, marineros o deportistas. Por lo que es recomendable la utilización de gafas para cuidar los ojos y mantener una correcta hidratación.

Determinados factores medioambientales

Hemos comentado, anteriormente, algunos como los alérgenos, el cloro de las piscinas, el ambiente seco o la sobreexposición a la luz solar. Pero, existen otros muy comunes como el polvo, la contaminación, el humo, los vapores en el aire… que, a veces, pasan inadvertidos a nuestra vista y de los que debemos protegernos llevando, siempre que se pueda, gafas de sol con filtros protectores adecuados e hidratando nuestros ojos.

Resfriados, gripes y catarros

Mientras se padecen, es fácil que por la congestión nasal o la infección, aparezca enrojecimiento ocular.  Nuestro organismo genera histamina para protegerse de los gérmenes externos, y esto puede causar que los ojos se pongan rojos.

Cansancio o falta de sueño

Dormir mal o no dormir lo suficiente puede ser otro de los factores que haga que nos levantemos con los ojos enrojecidos.  Esta situación se produce en todos los vasos sanguíneos del cuerpo, lo que pasa que no los tenemos tan a la vista.

Otras enfermedades graves

Hemos visto algunas de las causas más frecuentes que pueden provocar los ojos rojos, pero existen otros factores más graves que pueden hacer que aparezcan, como: la uveítis, el glaucoma, la úlcera corneal o queratitis, infecciones y lesiones oculares o cirugías recientes en la visión. 

Consejos para evitar los ojos rojos

Aunque ya hemos citado algunas recomendaciones, a continuación recopilamos las medidas más efectivas que te ayudarán a prevenir el enrojecimiento de tus ojos.
  • Usar lágrimas artificiales de manera regular para prevenir la sequedad ocular
  • Llevar gafas de sol, tanto en verano como en invierno, para protegerte de los rayos UV
  • Mantener una higiene adecuada con las lentes de contacto y no bañarte ni dormirse con ellas puestas
  • Utilizar gafas de bucear en las piscinas para evitar el contacto con el cloro
  • Parpadear con más frecuencia mientras se utilizan los dispositivos digitales
  • Evitar ambientes contaminados y secos 
  • Mantener una correcta higiene de nuestros ojos que mantenga el equilibrio de nuestra lágrima
Los ojos rojos no es una afección extremadamente preocupante, ya que se trata de un trastorno muy común que no genera daños significativos. No obstante, es importante identificar cuál es la causa de la aparición del enrojecimiento para llevar el tratamiento más eficaz, correcto y adecuado.  Por suerte, el ojo rojo se combate aportando una hidratación constante y con rutinas de cuidado, higiene y descanso de la vista. Aquí podrás encontrar soluciones para cuidar de tu salud ocular, especialmente diseñadas para las necesidades concretas de tus ojos.  Y recuerda, en caso de sentir dolor, vista borrosa o pérdida de visión es necesario acudir al especialista rápidamente.   Tytheoptic, comprometidos con tu salud ocular.

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