Síndrome postvacacional. Consejos para llevar mejor la vuelta a la rutina

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El síndrome postvacacional comprende un conjunto de síntomas relacionados con la vuelta al trabajo, después de un periodo de descanso e inactividad. Seguramente has visto que lo mencionan en algunos medios y, por ello, es bastante conocido. Sin embargo, es conveniente saber más acerca de este trastorno.

¿Qué es el síndrome postvacacional y cuáles son sus consecuencias?

Aunque el problema real es que retomar las actividades laborales genera depresión, estrés y ansiedad, las manifestaciones en este caso particular son más específicas. Se trata de un malestar generalizado que tiene relación temporal con la fecha de retorno de las vacaciones, ya que muchas personas sienten que se incrementa ante su proximidad.

Sin embargo, no cuenta con validación por parte de la comunidad científica ni lo encontrarás en ninguna de las clasificaciones de los trastornos emocionales. En realidad, podemos considerarlo como una dificultad, de intensidad variable, para manejar el proceso de reinicio de las actividades cotidianas.

Causas del estrés posvacacional

Las vacaciones son un tiempo relativamente prolongado en el que no hemos tenido que cumplir con horarios ni obligaciones y disfrutamos de la libertad de hacer lo que nos apetece en cualquier momento. Cuando terminan hay que retomar una rutina más rígida de un día para otro, y cambiar de estilo de vida.

No obstante, muchos lo hacen sin mayores inconvenientes, e incluso con entusiasmo, y no aparece el escenario conflictivo. Son personas que conciben su trabajo como una oportunidad para crecer, desarrollarse y crear cosas valiosas y positivas, pero este no es el caso más frecuente.

Quienes, por regla general, padecen esta depresión postvacacional son las personas con un entorno laboral poco estimulante, que llevan a cabo tareas monótonas, que están en condiciones inadecuadas o que sufren estrés en el trabajo.

También ocurre cuando esta actividad se considera una obligación desagradable o indigna. La inadecuada conciliación con las responsabilidades familiares es otro factor recurrente. En algunos de estos casos, la ansiedad o la depresión resultantes no pueden controlarse. Es entonces cuando aparecen los síntomas psicológicos o físicos.

¿Cuáles son sus síntomas?

En situaciones extremas, regresar al puesto de trabajo puede desencadenar un cuadro de estrés agudo con todos sus signos. Pasar en un breve lapso de tiempo de la relajación vacacional a un entorno caracterizado por altas demandas desencadena reacciones fisiológicas y emocionales.

La persona puede experimentar irritabilidad, sudoración, palpitaciones, acidez estomacal, náuseas, diarrea y temblores, además de tener los ojos secos por la ansiedad. Sin embargo, lo más frecuente es un malestar generalizado, con ansiedad, hastío y tristeza.

Hay apatía, mal humor, dificultad para concentrarse y bajo rendimiento laboral. Se presenta dificultad para conciliar el sueño debido a las preocupaciones y la inquietud.

¿Qué podemos hacer para combatirlo?

En realidad, son muy pocas las personas que necesitan tratamiento psicológico para manejar el estrés posvacacional. Lo que sí puedes hacer es asumir determinadas conductas que te ayuden a superar esta etapa de adaptación de una forma más fácil y rápida.

Lo más conveniente es que evites regresar de las vacaciones justo antes de reiniciar la actividad laboral. Es preferible dejar algunos días para descansar de los excesos vacacionales, practicar alguna disciplina de relajación y retomar el interés por el trabajo. Además, estas recomendaciones pueden resultarte de utilidad:

  • Acuéstate temprano la noche anterior y despiértate con tiempo suficiente para ir relajado.
  • Asume que no existe el empleo perfecto.
  • Sé proactivo y mantén una actitud positiva y realista.
  • Llega un poco antes de la hora de entrada para que te dé tiempo de instalarte con tranquilidad, saludar a los compañeros e investigar un poco cómo van las cosas.
  • Inicia tu actividad con alguna tarea que te guste hacer, que no sea muy exigente.
  • Toma pausas activas cada dos horas para reducir el estrés, descansar la vista y prevenir la sequedad en los ojos.
  • A la hora de comer, hazlo en el lugar indicado, desconecta tu mente de las tareas pendientes y tómate tu tiempo para disfrutar de la comida.
  • Cuida tu salud visual: ajusta el brillo de la pantalla y emplea un producto para la humectación, sobre todo, si tienes problemas con las lentillas. En nuestra categoría Tytheoptic encontrarás soluciones adaptadas.
  • No te quedes hasta tarde los primeros días, ni tampoco te lleves lo pendiente a casa.
  • Evita la multitarea y no trates de hacerlo todo a la vez: jerarquiza lo que está pendiente de acuerdo con su urgencia e importancia.
  • Delega lo que no puedas realizar en el momento.
  • Si tienes algún problema específico que te produce ansiedad, plantéaselo con calma a la persona adecuada y ofrece una solución.
  • Dedica parte de tu tiempo diario a actividades de ocio y al descanso. No dejes que el trabajo lo invada todo.
  • Existen complementos alimenticios que te pueden ayudar mucho tanto en los momentos de estrés y ansiedad como en la dificultad para conciliar el sueño. Pregunta a tu farmacéutic@ de confianza por nuestros productos de las gamas Tytherelax y Tythesueño. Ellos te recomendaran el producto más adecuado en función de tus necesidades.

 

El síndrome postvacacional es un problema que se presenta cada año en algunas personas. Con ciertas precauciones y una actitud positiva, es posible controlar sus síntomas para sentirte mejor. Regresar a tu puesto después de las vacaciones no tiene por qué ser una experiencia traumática si implementas estas recomendaciones.

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