La llegada de la primavera trae consigo cambios muy significativos. Quizás es una de las estaciones que más afecta a las personas ¡y de la que más ganas tenemos!
En España, con el cambio de hora ya comenzamos a sentir esos cambios. Los días son más largos, los campos reverdecen y se llenan de flores, y las temperaturas comienzan a subir y podemos disfrutar de los días de entretiempo.
Y como es natural, notamos todos estos cambios en nuestro cuerpo. Podemos experimentar cambios en el estado de ánimo, sentirnos más hiperactivios o fatigados, hasta padecer alteraciones gastrointestinales, pero sin duda, la afección más típica de la primavera es la alergia.
¿Qué son las alergias exactamente?
La alergia es una reacción de defensa del organismo hacia sustancias externas que penetran en el cuerpo. Son sustancias extrañas que el organismo intenta neutralizar.
Estas sustancias pueden penetrar por contacto a través de la piel, por el aparato respiratorio o digestivo. En primavera las partículas están en el ambiente debido a la floración y a la abundancia de polen que desprenden los árboles y las flores, por eso se incrementan las alergias a través del aparato respiratorio.
El cuerpo reacciona para neutralizar esas partículas atacando. En el caso de las personas que no padecen alergia, su sistema inmune también detecta estos cuerpos extraños, pero su organismo las neutraliza con el mecanismo de tolerancia, sin dañarse a sí mismo. Por el contrario, las personas que padecen alergia los intentan neutralizar con mecanismos que se vuelven dañinos contra su propio cuerpo, provocando los síntomas de la alergia.
Las alergias al polen, las clásicas de la primavera, son estacionales, muy comunes y pueden aparecer a cualquier edad. La duración de un episodio de alergia puede variar entre una o dos semanas, dependiendo del lugar en el que nos encontremos.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia al polen?
Los síntomas comunes en una persona que tiene alergia al polen son los siguientes:
- Estornudos y goteo nasal
- Congestión nasal
- Ojos llorosos, irritados o hinchados
- Picor de ojos, de nariz e incluso de garganta o paladar
Pueden darse varios de ellos a la vez o aparecer solo algunos. También puede haber variaciones o afecciones más graves, según cada persona, como conjuntivitis, rinitis, asma, dolor abdominal… Lo que es general es que afecta a ojos, nariz y garganta, que son las zonas sensibles de las vías respiratorias, al contacto con las partículas de polen.
Remedios para la alergia de la primavera: antihistamínicos
Aparte de cuidarnos e intentar reducir la exposición a determinados focos de alergia, existen medicamentos específicos para reducir o eliminar los síntomas de las alergias: los antihistamínicos.
Los antihistamínicos son fármacos que alivian los efectos de la alergia. Tratan estos síntomas bloqueando la acción de la histamina. La histamina es una molécula que segregan los glóbulos blancos durante procesos alérgicos y que causa malestar, irritación o inflamación, entre otras afecciones.
¿Sabías que uno de los efectos secundarios de algunos antihistamínicos es que producen sequedad de las mucosas? Esto se debe a que los antihistamínicos además de inhibir los receptores H1 de la histamina, pueden inhibir algunos receptores de la acetilcolina, desencadenando los llamados efectos anticolinérgicos.
¿Y qué consecuencia tiene esto? Que podemos sentir sequedad de boca, sequedad ocular e incomodidad, estreñimiento, sequedad vaginal, etc.
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